sábado, 13 de abril de 2013

- "El vagón de tercera clase" - Honoré Daumier .

El vagón de tercera clase . Daumier
Hijo de un vidriero con aspiraciones de poeta , el joven Daumier se vio obligado a interrumpir sus estudios muy pronto para ganarse la vida . Con doce años trabajó como mensajero de un ujier en el tribunal de Justicia y , más tarde , fue empleado como asistente en la librería Delaunay del palacio Real.
De forma paralela , empezó a tomar clases de dibujo donde , inmediatamente Alexandre Lenoir ,reconoció al joven su capacidad . La precocidad  de Daumier , se sumó a sus habilidades artísticas , dando como resultado , por una parte , un profundo conocimiento de las diferentes clases sociales que se interrelacionaban en su propio medio y , por otra , una gran capacidad de observación para retenerlas y reproducirlas.
Ante todo , Daumier era un agudo critico . Prestigioso y ácido caricaturista , fue , posiblemente el primero de los artistas que se sirvió de medios de comunicación masivos , como revistas satíricas , para difundir su mensaje político de manera simultánea con su estilo pictórico.
En El vagón de tercera clase , el pintor marsellés , desarrolla un tema reivindicativo de manera magistral : la dura vida de las clases populares en las grandes ciudades.
La sensación de ternura que contrasta profundamente con la sofisticación industrial del tren - vehículo que , a la vez , les sirve de escenario social y de fondo - . Realizada entre 1862 y 1864 , esta litografía confirma la inclinación del pintor hacia las causas que promueven la igualdad .
La naturaleza grotesca en los rasgos de sus personajes , es una característica desarrollada a través de su condición de su eximio caricaturista pero también el resultado de su gran admiración por la obra de Goya.
Podemos observar en primer plano , a un muchacho de clase popular durmiendo , a su izquierda , un hombre con las manos apoyadas sobre su bastón y el sombrero a su lado , medita en un gesto de fatiga que puede significar resignación o indolencia. A la derecha , el hombre inflamado de altanería con bombín , con la vista puesta en algo "más alto" parece soportar la situación de homogeneidad  que le impone el vagón con histriónica arrogancia.
Al fondo de la escena , a la derecha , un anciano con los ojos cerrados ha cedido al cansancio . El trazo contundente y dinámico , los contrastes pronunciados y el poder de síntesis de Daumier ,dejan claro el porque de la admiración que más tarde despertó en muchos "expresionistas" . La obra mide 23 x 33 cm y pertenece a la colección Oskar Reinhart en Winterthur (Suiza) .

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